En nuestra sociedad, consumir alcohol es parte del supuesto estándar social. De hecho, cuando se clasifica a las bebidas alcohólicas, muchos parámetros lo ubican al mismo nivel de otros alimentos como zumos o refrescos.
En la sociedad occidental moderna, es prácticamente imposible encontrar un acto social, sin la presencia de alcohol. Sin embargo ¿Qué pasa cuando el consumo de alcohol pasa los niveles sociales y se convierte en una adicción?
Cuando el consumo se transforma en hábito que conlleva una necesidad física y del que no se puede controlar su ingesta, podemos estar ante la presencia del alcoholismo.
El alcoholismo es considerado una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud y expertos señalan que el alcoholismo es una enfermedad familiar, pues afecta directamente, no sólo al paciente sino a su entorno familiar y social directo.
El alcoholismo no es una decisión de vida y nadie se transforma en alcohólico por voluntad propia. Es importante entender que cuando el consumo de alcohol llega a niveles de adicción, el paciente es la primera víctima y que requiere ayuda profesional para combatirla.
¿Como saber si alguien es alcohólico?
Para saber que alguien necesita un tratamiento de desintoxicación de alcohol, es necesario identificar que existe un nivel de consumo que pueda considerarse alcoholismo.
Existen en la actualidad múltiples tests de adicciones para determinar la adicción a sustancias nocivas como alcohol o drogas.
Sin embargo, existen muchos patrones que nos indican que estamos en presencia de una adicción al alcohol:
- Aumento de la tolerancia alcohólica: El consumo reiterado de alcohol, incrementa la tolerancia orgánica, por lo que se hace necesario ingerir una mayor cantidad a fin de lograr los efectos. Esto produce que raciones de alcohol socialmente aceptadas no produzcan el menor efecto aparente en el sujeto.
- Aparición del síndrome de abstinencia: Ante la ausencia del consumo, el individuo comienza a presentar sudoración, arritmia cardiaca, cefalea, mareos, temblores y otros síntomas que se eliminan inmediatamente con el consumo alcohólico.
- Cambios de humor: Presentar un estado anímico totalmente distinto al habitual ante la presencia de alcohol en el organismo, es una señal de alerta.
- Deterioro social: Como en cualquier adicción, el centro de la vida del sujeto se basa en la satisfacción que se consigue con el alcohol, restando prioridad a sus relaciones sociales, laborales y familiares.
¿En qué consiste el tratamiento de desintoxicación del alcohol?
El tratamiento de desintoxicación del alcohol, consiste en una serie de cinco fases, diseñadas y dirigidas a la completa rehabilitación de la adicción.
Es muy importante conocer, que el tratamiento de desintoxicación del alcohol, no es un hecho puntual, definitivo y finito.
En el tratamiento de desintoxicación intervienen un equipo multidisciplinario de médicos, psiquiatras, psicólogos, terapeutas familiares y sociales. Todos con la ayuda y entrenamiento constante del paciente y su entorno inmediato.
Las 5 fases del tratamiento son:
- Desintoxicación: Durante esta etapa, un grupo de médicos especialistas se encargan que el periodo de abstinencia pueda ser superado de la mejor manera posible. Es una etapa de monitoreo físico y que con la ayuda profesional, farmacológica y de terapia, se busca eliminar los efectos del alcohol en el organismo.
- Deshabituación: En esta etapa, se identifican los patrones que han degenerado en la adicción. Mediante la terapia individual, se identifican los factores que llevan al paciente al consumo de alcohol con la finalidad de sustituirlos con hábitos positivos y que le alejen del consumo.
- Rehabilitación: Con la ayuda de profesionales y de otros pacientes en la misma situación, se busca dar el soporte anímico, moral y emocional para la rehabilitación de la adicción
- Reinserción: Todo lo aprendido durante las fases anteriores del tratamiento, se aplica en la vida cotidiana a fin de reincorporar al paciente a la vida productiva.
- Seguimiento: Expertos profesionales acompañan al paciente por este proceso, brindando apoyo y asesoramiento.
Enfrentar a adicciones no es un camino fácil. Es una tarea por la que bien vale la pena el esfuerzo. Miles han salido de sus adicciones de modo satisfactorio y hoy viven vidas plenas y felices.
Pedir ayuda no es bajo ningún motivo sinónimo de vergüenza, miedo o incapacidad, todo lo contrario, ponerse en manos de profesionales es la mejor decisión para superar las adicciones.