El alcoholismo es una de las cuestiones que más afectan a la salud pública de un País. En España según estadísticas de 2015 realizadas por el Observatorio Nacional sobre Drogas y Toxicología es la droga que más se consume después del tabaco.
El 78% de los adolescentes han bebido antes de los 18 años. Un tercio (32,2%) de los chavales de entre 14 y 18 años se ha dado un atracón de beber en el último mes. Las adolescentes, desde hace tiempo, presentan un mayor riesgo que los chicos en su consumo de alcohol (y también en tabaco y medicamentos).
El consumo de alcohol en los adolescentes
Síntomas que determinan el alcoholismo
Son muchos los síntomas que determinan el alcoholismo, por ejemplo, el aumento del nerviosismo por no poder consumir alcohol, necesidad de tomar una «copita» para empezar bien el día, querer ahogar las penas en el alcohol para sentir alivio de tensiones, dificultad para controlar la cantidadque se bebe y para limitar el consumo, cambios bruscos de humor, así como en el cuidado y aseo personal, beber a escondidas, pérdida de responsabilidades, aumento de irritabilidad e insomnio, generación de problemas en casa, en el trabajo, con amigos debido al consumo de alcohol, etc. Estos son sólo algunos de los síntomas que encienden la señal de alarma de que existe un problema con el alcohol.
Normalmente, en los inicios, la persona o bien no quiere reconocerlo o no es muy consciente de que está consumiendo más de lo recomendable, pensando que es algo pasajero por alguna circunstancia en especial. Sin embargo, en muchas ocasiones, esta «rutina» se alarga en el tiempo convirtiéndose en un verdadero riesgo para la salud.
Lo importante es reconocer uno mismo que tiene dependencia del alcohol para entonces, querer solucionarlo. Según Rocío Paños, jefa del equipo de actuaciones con familias de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), la persona en cuestión debería llevar a cabo los siguientes pasos para poder recuperarse y aprender a vivir sin la necesidad de tener que consumir:
- Comprometerse con el deseo de hacer un cambio en su consumo de alcohol. (El Compromiso es fundamental, implica intervención del propio sujeto)
- Hablar con las personas del entorno más cercano para contar lo que está pasando y pedir ayuda. (Normalmente familiares, pareja o amigos)
- Acudir a un centro especializado con profesionales expertos en el tema y seguir sus indicaciones.
- Tener en cuenta que el proceso de recuperación puede tener recaídas. No interpretarlo como un fracaso, sino como oportunidades para aprender.
¿Cómo se compromete a alguien para dejar el alcohol?
La decisión de pedir ayuda para dejar de beber no se logra con hacer sonar los dedos; es un proceso gradual y largo. Viene como resultado de muchas minidecisiones que fueron estimuladas y esclarecidas por otros hombres y mujeres que están recuperándose de una adicción.
Escuchando las experiencias de otras personas y cómo las manejaron, el paciente toma conciencia de los problemas que el alcohol ha causado en su propia vida. Por ello las terapias grupales son verdaderamente efectivas e los tratamientos para la desintoxicación de adicciones.
Qué no hacer
No es fácil estar mantener una relación con una persona que tiene un problema con la bebida. Se necesita mucha paciencia y amor. También es necesario establecer ciertos límites para sus propias acciones de manera que no aliente el comportamiento de la persona ni deje que lo afecte.
- No hay que mentir ni inventar excusas sobre el consumo de alcohol del ser querido.
- No hay que hacerse cargo de las responsabilidades del querido. Esto solo ayudará a la persona a evitar las consecuencias de no hacer las cosas que debería.
- No hay que beber nunca con el ser querido.
- No se debe discutir con el ser querido cuando ha estado bebiendo.
- No hay que sentirse culpable nunca porque su ser querido haya caído en el consumo el alcohol.
¿Cómo hablar sobre el abuso del alcohol?
No es fácil, pero es importante hablar con nuestro ser querido sobre el consumo de alcohol. Hay que encontrar un momento en el que la persona no esté bebiendo para hablar con ella.
Estos consejos pueden ayudar a que la conversación sea más fácil:
- Hay que expresar los sentimientos sobre el consumo de alcohol del ser querido, intentando usar enunciados en los que mostremos nuestro punto de vista. Esto mantiene el enfoque en la manera en la que la bebida afecta a la relación entre ambos.
- Es importante intentar centrarse sobre el uso que se le dá al alcohol, así como, por ejemplo, sobre comportamientos específicos que resulten preocupantes.
- Explicar que se está preocupado por la salud y su progresivo deterioro, así como de las consecuencias del alcoholismo sobre la salud.
- Intentar no usar etiquetas como «alcohólico» cuando se hable sobre el problema.
- No sermonear ni dar lecciones.
- No intentar usar la culpa ni sobornar a la persona para que deje de beber.
- No amenazar ni suplicar.
- No esperar que su ser querido mejore sin ayuda.
- Ofrecer acompañar a la persona a ver a un médico o a un consejero especializado en adicciones.
¡Importante! no es conveniente forzar a nuestro ser querido para que busque ayuda, pero puede ofrecer su apoyo.
Buscar ayuda para dejar el alcohol
Pueden ser necesarios algunos intentos y varias conversaciones antes de que nuestro ser querido acepte buscar ayuda para dejar el alcohol. Hay muchos lugares en los que puede recibir ayuda para un problema así y solventar muchas preguntas frecuentes sobre el alcoholismo. Puede comenzar con el proveedor de atención médica de la familia. El profesional puede recomendar un especialista o un programa de tratamiento de adicciones. También es posible consultar con el hospital local, plan de seguro o programa de asistencia al empleado (EAP, por sus siglas en inglés).
Puede participar activamente al seguir mostrando apoyo. Siempre que se pueda es recomendable acompañar a nuestro ser querido a las citas o reuniones con el médico. Es importante que se sienta acompañado y respaldado, preguntando de esta manera qué más puede hacer y manteniendo la casa libre de alcohol, así como en las fases del tratamiento del alcoholismo.