España es uno de los países que cuenta con una mayor tasa de consumo de cocaína por cada cien habitantes de la Unión Europea. Debido a este consumo de forma habitual, se ha incrementado el número de infartos y de anginas de pecho sufridas, debido a los efectos cocaína, por lo que se deduce fácilmente que la cocaína realmente afecta de forma muy negativa al corazón así como a otros órganos vitales.
El consumo de la cocaína ha ido aumentando con el paso del tiempo y es realmente preocupante observar como en pequeños intervalos de tiempo, hay una mayor cantidad de personas que tras haber sufrido algún síndrome coronario, confirman haber consumido esta droga. De hecho, entre 2001 y 2008, el aumento ha sido desde un 6.8 hasta un 21.7 por ciento.
La cocaína y sus devastadoras consecuencias para el organismo
El consumo de cocaína además de ser perjudicial para el corazón, lo es para otros órganos vitales, así como los diferentes aparatos del cuerpo humano. En este sentido, está demostrado que muchos consumidores de cocaína sufren diferentes trastornos psíquicos que se traducen en ansiedad, depresión, problemas a la hora de dormir, nerviosismo, entre otros.
Sin embargo, y como se puede esperar, los problemas no terminan ahí, y es que además están asociados todo tipo de problemas de índole respiratorio. Por lo que respecta al corazón, uno de los órganos más afectados, los problemas más frecuentes son la taquicardia, la elevación de la presión arterial y también el estrechamiento de los vasos sanguíneos, un cóctel explosivo que termina también presentando problemas neurológicos como son los infartos cerebrales.
Cómo actuar contra la cocaína
Para poder evitar todo esto, tenemos dos soluciones:
- En primer lugar, una persona que ya se encuentre afectada, lo más importante es acudir a un centro desintoxicación, puesto que ellos son especialistas y pueden proporcionar todo el tratamiento necesario para superar la adición. No se trata de algo sencillo el dejar una droga y además en algunos casos, incluso puede resultar peligroso, por lo que el trato con profesionales, es especialmente recomendado por estos motivos.
- En segundo lugar, la información tiene que ser importante. Con esto nos referimos a la difusión de todos los efectos secundarios y a concienciar a la población de todos los problemas derivados del mismo. Desde la pérdida del trabajo o de la familia, hasta todo tipo de complicaciones personales para la salud.