Por lo general, cuando pensamos en la adicción a las drogas, la mayoría de nosotros pensamos en el consumo de las drogas más conocidas y “populares” como la marihuana o la cocaína. Sin embargo, el consumo de drogas tiene una cantidad de vertientes extensa y cuya complejidad varía tremendamente entre un tipo de droga a otra.
Muchas de las drogas consumidas en la actualidad, han sido formuladas como soluciones químicas a problemas de salud y con uso exclusivamente médico. Sin embargo, su uso se ha degenerado para un uso recreativo, sin supervisión profesional y producidas sin ningún tipo de control sanitario.
Por ejemplo, la cocaína fue sintetizada como analgesico contra la migraña, el opio como relajante nervioso y las anfetaminas como uso psiquiátrico. En este espectro de drogas que han sido producidas con el objetivo de uso sanitario, está la Ketamina.
¿Que es la Ketamina?
El clorhidrato de ketamina, es un químico cuyo objetivo de uso principal, es ser utilizado como anestésico general y hasta hace muy pocos años, se utilizaba como parte de la anestesia utilizada para niños y personas mayores. Por considerarlo un anestésico “suave”, anestesistas de todo el mundo lo utilizaban para sedaciones y como parte de la mezcla de medicamentos inductores de anestesia general.
Con el tiempo, muchos pacientes comenzaron a reportar efectos alucinógenos, taquicardias, cefaleas, mareos y otros efectos negativos post anestésicos, por lo que su uso ha ido decayendo en los últimos años.
Por otro lado, el uso de ketamina como anestésico quirúrgico, ha reportado muchos casos de psicodelia, depresión respiratoria, hipertensión hasta llegar a paros respiratorios, crisis hipertensivas y otros efectos negativos. En casos muy específicos, se utiliza como parte de tratamientos psiquiátricos para combatir la depresión y otros trastornos neuronales. En la actualidad, su uso más frecuente es como anestésico y analgesico a nivel veterinario.
Uso de la Ketamina como droga recreativa
La ketamina recibe muchos nombres en la jerga de narcodependientes: Special K, Ketchup, KitKat u otras acepciones que denotan la mezcla con otras drogas como la cocaína y se le conoce como CK o Calvin Klein.
Suele mezclarse con otros psicotrópicos como anfetaminas, metanfetaminas y otros, como potenciador de efecto El efecto que buscan los usuarios de la ketamina es el alucinógeno. Pequeñas dosis de Ketamina en polvo y esnifada a través de las fosas nasales, puede causar un efecto casi inmediato en el individuo.
Muchos sujetos adictos a la ketamina, reportan un efecto psicodélico muy potente e incluso, se puede llegar a obtener una sensación de separación del cuerpo. El efecto más buscado en consumidores es lograr llegar al famoso “Agujero K” en el cual parecen entrar en un umbral de disociación que muchos asocian a “viajes astrales”
Es altamente adictiva y el efecto posterior es sumamente negativo, dentro de los efectos reportados están:
- Alucinaciones
- Bradicardia
- Depresión respiratoria
- Hipertensión
- Laringoespasmos
- Arritmias cardíacas
- Distonías
- Alteraciones del tono muscular
El peligro que esconde la ketamina
El uso de la ketamina es extremadamente perjudicial fuera de la prescripción y administración por parte de un profesional médico. Pequeñas dosis en exceso pueden causar la muerte por paro respiratorio, infarto cardiaco, crisis hipertensivas y otros desórdenes médicos.
Por otro lado, la ketamina produce una fuerte inhibición a los terminales receptores del dolor, alucinaciones físicas y afectaciones cerebrales importantes como la pérdida de la memoria y los sentidos. Hay mezclas de drogas (incluso lícitas) que son mortales combinadas con la ketamina.
Ante la presencia de la adicción a la ketamina, la mejor opción es acudir a un centro especializado y contar con la asistencia de personal profesional experimentado. El tratamiento de adicción a la ketamina es un proceso que debe estar asistido y en permanente observación del paciente.
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