De acuerdo con no pocos estudios, el consumo de cocaína crece de forma alarmante entre los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, habiendo superado la demanda de tratamiento de desintoxicación de la cocaína a la heroína.
La cocaína se ha convertido en una droga interclasista, cuyo consumo es habitual en cualquier lugar de ocio, siendo cada vez más consumida por más personas, siendo cada vez más jóvenes, es necesario que a los padres o cualquier miembro de la familia puedan ayudar a los jóvenes a dejar la cocaína.
¿Por qué los jóvenes consumen cocaína en las fiestas?
La cocaína es ampliamente utilizada por los jóvenes, quiénes, después de consumir alcohol, buscan alargar la fiesta y aumentar el consumo de alcohol tras haber consumido esta droga.
No debemos olvidar que la cocaína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que es común encontrar a jóvenes que buscan ese efecto en esta droga, de forma que se produce una descarga de neurotransmisores que llegan directamente a los centros de recompensa, los cuales se activan cuando uno tiene actividades placenteras. Los jóvenes que consumen cocaína, por tanto, buscan estas sensaciones placenteras, además de alargar las horas de fiesta.
El consumo social de la cocaína
La edad de inicio del consumo de alcohol entre los jóvenes de 13,6 años, de acuerdo con Proyecto Hombre Cataluña. Cada vez se empiezan a consumir sustancias psicotrópicas a edades más tempranas. Así, el consumo de estas sustancias se está convirtiendo en un asunto verdaderamente alarmante, pues, además, no está limitado a un solo sector social, generacional, económico o cultural, sino que es un problema que atañe y afecta a toda la sociedad.
Las drogas resultan una vía de escape y un alivio temporal de los problemas del día a día. Sin embargo, el consumo social de esta droga es cada vez más frecuente. Nos referimos a las salidas nocturnas durante las que no pocos jóvenes deciden consumir alcohol y cocaína para pasar una buena noche de fiesta. Una cosa lleva a la otra y se acaba por desarrollar una adicción.
Hay que tener en cuenta que se desarrolla una falsa sensación de control, lo que provoca que el consumo de estas sustancias conlleve a un uso indiscriminado tanto del alcohol como de la cocaína, aumentando de esta forma el riesgo de la salud.