Nuestro hijo ingresó con 17 años y en el centro cumplió los 18. Entró siendo un niño y sale del centro maduro, con hábitos saludables y con herramientas para afrontar su enfermedad. Estamos muy agradecidos a todo el equipo del centro por el gran esfuerzo, dedicación, rigor y profesionalidad con la que han tratado a nuestro hijo y a toda la familia. Han conseguido que Juan se sienta arropado y con fuerzas para superar los retos a los que se enfrentará a partir de ahora. Los compañeros y compañeras del centro han sido también un gran apoyo para él y las terapias familiares nos han ayudado a toda la familia. La mejor decisión que pudimos tomar cuando ya no sabíamos qué hacer y estábamos completamente desorientados.